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19 de junio de 2016

Guarulhos, conexiones deconectadas


Llego a las 3:50 am al aeropuerto de Guarulhos, en esa no declarada "capital" brasileña. Tengo cerca de 10 horas de conexión para mi vuelo a Bolivia y dado que tengo que salir "sí o sí" por migración para hacer mi check-in con BoA, la línea aérea boliviana, reafirmo mi intención de salir a darle una vuelta al gigante de cemento paulista.

Deambulo por las terminales sin mucho éxito, todo está cerrado. Decido echarme un momento que termina en una siesta de algo más de una hora. Despierto de repente y la terminal ha cobrado vida. Hora de irse a pasear la avenida Paulista, pienso. 


El bus a Sao Paulo sale de la terminal dos (sólo hay taxi o este bus), cuando llego a sus oficinas me dicen que sale en dos minutos el siguiente, compro ahora y corro (Rs 90 ida y vuelta, 30 USD) o espero una hora más. El cajero automático no me quiere dar reales (y eso que me pide una comisión de Rs 20, algo así com 7 USD) y la casa de cambios me pide cambiar como mínimo 50 USD con una comisión de Rs 36, es decir 12 USD…


A una hora de distancia de Sao Paulo, Guarulhos no está pensado para tipos como yo, no dispuestos pagar 100 USD por dos taxis a la ciudad ni perderse entre tantas y tan caras comisiones por apenas 3 o 4 horas de paseo en una poco atractiva mañana invernal de domingo por Sao Paulo

Hago de cuenta que es un día cualquier, busco un rincón tranquilo, y sigamos trabajando hasta el siguiente vuelo.