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30 de diciembre de 2009

de re-inventarse a re-imaginarse...

Hay un dicho popular que reza: 'nada se pierde, todo se transforma'. Qué pasa entonces con aquellos seres que se pierden en el intento de ser seres, en el permanente ejercicio de tratar de 'encontrarse' o 're-inventarse'.

Hace algunos días salía de una reunión y al esperar el metro, mientras otros realizaban el tradicional acto londinenses de leer el gratuito vespertino, me quedé colgado a ésta publicidad de nike. Casualmente, buscando sobre el sonriente personaje del cartel (disculpen los ultra fanáticos del Chelsea, al ser mas adepto al Arsenal no tenia idea quien era este caballero), encontré un vídeo en Youtube que interconecta y 're-inventa' el sueño de miles o millones de niños del tercer mundo por llegar a las grandes urbes globales y triunfar (pueden verlo aquí).

Eso de 'reinventarse' suena de lujo y más allá de ser un ejercicio altamente subjetivo requiere en cualquier caso, estoy seguro, de gran voluntad y determinación. Para algunos es una ejercicio obligatorio, como comenta Edmundo Paz Soldán sobre los migrantes latinoamericanos, y para otros, como se puede ver, es materia de marketing y ventas.

Yo quiero sugerir una acción alternativa: re-imaginarse. Imaginarse una y otra vez, ejercicio que nos despoje de la 'necesidad' de materialidades y que nos impulse a usar los sueños y las convicciones como mecanismos para lograr ser seres más interesantes. No creo que las cosas, las posesiones o las pertenencias sean negativas per se, sino la vorágine carnívora a la que nos entregamos por obtenerlas.

15 de diciembre de 2009

Entendimientos contradictorios

He enfrentado un conflicto durante todo el día. Esta mañana leía las noticias de mi país y quedé pensativo al leer la noticia que los pueblos guarayos, recientemente 'adjudicados' la expropiada hacienda Yasminka, otrora patrimonio de la familia del terrateniente Branko Marinkovic, decidieron explotar la riqueza maderera de las mencionadas tierras (leamos bien y sin muchas vueltas: cortar los árboles y venderlos) (enlace al artículo).

Horas después, fuí a hacer el mercado semanal y al tomar un paquete de rollo de papel higiénico leí: buying this product helps your care for the world's forests (comprando este producto ayudas al cuidado de los bosques del mundo). En fin. El mensajito no me convence, pero bueno, no estaban muy caro.

Volviendo a los proyectos de investigación en los que estoy embarcado (o embarcando, mejor dicho), encontré este artículo en El País de Madrid: El círculo latinoamericano. En él, me quedé pensativo nuevamente al leer el siguiente párrafo:

El indigenismo aboga por una cosmovisión distinta, especialmente una relación con la tierra y una protección medioambiental casi radical, pero no implica la existencia de un movimiento político único, porque entre las distintas etnias existen diferencias considerables. La gran duda que se plantea es si es posible hacer compatible progresivamente esa cosmovisión con una sociedad socialdemócrata, como pretenden algunos. Las demandas de los indígenas, afirman los defensores de esta línea, se parecen mucho a las del resto de la sociedad, inclusión, participación y mejora de la calidad de vida, y pueden ser satisfechas de la misma manera. En cualquier caso, lo que está claro es que el indigenismo llegó a finales del XX para quedarse y que ya no será posible en el siglo XXI prescindir de su papel político.

Y para terminar la parodia, reviso las noticias en The Guardian y me encuentro con esto: Key Copenhagen policy on forest protection hangs in balance (política pública clave de Copenhague sobre la protección de los bosques no encuentra claridad/necesita revisión).

No es que trate de re-descubrir la incoherencia del mundo, es simplemente que que he experimentado una fuerte dosis de entendimientos contradictorios.


Imagen: Parque Nacional Noel Kempff Mercado en Bolivia. Enlazada desde COP15

14 de diciembre de 2009

La alegría de vivir

Era un día de sol otoñal, de esos que deciden vestirse de azul y oro. Cruzamos el puente de Kingston sobre el Támesis y caminamos a lo largo de Hampton Court Park. Buscando hojas secas de roble nos encontramos con la espontaneidad de este bote angosto:

La Alegría de vivir



4 de diciembre de 2009

La nueva 'Ola' de Google

Hace algunos días me conecté a Google Wave. Esta nueva 'ola' de Google me parece que es una innovación capaz de reconceptualizar la manera de intercambiar información electrónicamente (clic aquí para leer más en Wikipedia) y creo que merece un par de comentarios.

Esta herramienta posibilita establecer 'conversaciones' (u olas, como son llamadas por Google) en la que pueden intervenir varios miembros y adjuntar una cantidad de recursos online, documentos, videos, etc. Es, digamos, una avanzada forma de integrar el email con el microblogging (como twitter), sólo que sin las restricciones de caracteres.

Lo fascinante es que el intercambio de información es simétrico porque todos leen al mismo tiempo lo que se actualiza y permite la edición de cualquier texto en cualquier momento. Además, si no te conectas por varias horas o días, no pierdes el hilo de la conversación porque se cada una está separada (esta es uno de los grandes conflictos que personalmente tengo, por ejemplo, con twitter).

Goza, sin embargo, de una fortaleza/debilidad simultánea: Para acceder al google wave tienes que tener una cuenta google y también tener instalado el 'navegador correcto' (Mozilla, Zafari o Chrome), en otras palabras no usar el Internet Explorer. (si, lamentablemente, hay todavía gente que lo usa o situaciones a las que uno está forzado a hacerlo, como un café internet o sitios públicos).

Otra inmediata debilidad es la escasa información sobre el producto en español (o al menos mi limitada capacidad de búsqueda así lo sugiere). Por eso los dejo con dos videos que espero les sean de utilidad. Honestamente, creo que es una innovación que merece mucha atención y tiene una infinidad de utilidades. Nos vemos en una Ola!