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5 de junio de 2020

El humor y la política

¿Hay que tomarse muy en serio la política? Por varias razones pienso que sí, pero ¿y a los políticos...? Eso está más complicado de responder. 

Actualizo este post de hace 10 años (¡como pasa el tiempo!) porque ha recibido varias visitas en las últimas semanas y me alertaron que el enlace estaba roto, el portal de Gobernabilidad Democrática ya no está más en línea. Recupero el post con WaybackMachine y lo edito para una lectura atemporal, porque es imprescindible discutir sobre la relación del humor y la política.
 
Javier Menchaca, Mencho, en la presentación, 2010

Juntar humor, plástica y política es un arte.

Arte del pincel y del color, de la reflexión y la observación, pero ante todo de alta sensibilidad social y crítica política. Estas delicadas condiciones se amalgaman en la exposición de Humor político “El Nombre de la Risa”, muestra que reunió las obras del humorista, caricaturista e ilustrador Javier Menchaca, conocido artísticamente como “Mencho” en 2010.

El autor de la muestra afirma que el humor político es una necesidad para éste y cualquier sistema democrático. Ciertamente, este arte apela a lo cotidiano, a los trazos que reflejan la visión y percepción populares contribuyendo a la formación de una opinión pública crítica tajante ante hechos de interés colectivo pero al mismo tiempo con sentido constructivo y propositivo. Es, por tanto, una actividad artística comprometida socialmente y que constituye un aporte a la libertad de expresión y a una mejor democracia.

La muestra transita por los hechos más destacados e impactantes del mundo político y social entre 2007 y 2010 a nivel nacional pero también internacional. Las pugnas por las autonomías departamentales e indígenas, conflicto y diálogo en el país, los grandes proyectos del estado como la industrialización del Hierro, el satélite Tupac Katari, mencionando sólo algunos, son parte de la muestra. La exposición transita hacia las más delicadas divisiones políticas, por ejemplo entre el MAS y el MSM, aterrizando en las elecciones generales de 2009, material siempre 'caliente' para el humor político.

El fútbol es asimismo parte de la exposición artística con muestras alusivas a la reciente copa del mundo pero también a aquellos actos extra-futbolísticos que sazonan la política nacional.


"El Nombre de la Risa" en La Paz fue una muestra que abordó una crítica explícita, directa, popular y comprometida. Denunció la miopía que muchas veces los políticos sufren y expone una lectura-posición, en el fondo un discurso, sobre la coyuntura y las relaciones de poder con brillante humor.