Anoche finalmente comenzó la tormenta. Pasaron algunos días de amenazas, nubarrones y vientos fuertes hasta que comenzó la tan ansiada nevada de invierno.
Es extraño pero en una ciudad tan alta como La Paz, la nieve es algo escaso, las condiciones climáticas no permiten (algunos dirán gracias a Dios) tener mucha nieve al año.
Agosto es un mes místico y por ello implica tanto para las culturas andinas, fuerzas esotéricas o metafísicas, como también para la religión católica, un espacio de tiempo propicio para la renovación de fe, buenos augurios, encargos divinos y demás conexiones con el más allá.
Esto blanco manto sobre nosotros espero proteja nuestras ilusiones. De cobijo a nuestro momentos de loca irracionalidad, tan común en nuestra ciudad. Simbolice la pureza que debería llegar a nuestros corazones para vivir el día a día. Y sobre todo, no se lleve a muchos quienes tienen que resignar estos sueños por el terrible frío que ocasiona…
Sii.. extraño las montañas.. :(
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