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30 de octubre de 2009

¿Para qué usar la Web 2.0?

El entusiasta Mario Durán Chuquimia de Palabras Libres ha recibido amplia y muy merecida cobertura en los últimos días, luego de que los medios bolivianos y algunos destacados blogs abordaran el tema de la digitalización de las campañas políticas en el actual proceso electoral.

Mario, a quien no tengo el placer de conocer personalmente pero con quien intercambio comentarios y opiniones electrónicamente después del evento Bloguivianos 2008, ha desarrollado un par de argumentos muy interesantes sobre el alcance y las potencialidades de la Web 2.0 desde una comparación con 'punto de inflexión histórico' en esta materia: la estrategia digital de Obama para las elecciones presidenciales del año pasado (recomiendo visitar estos dos posts: Bolivia: Evo Morales y la web 2.0 y Web 2.0, internet y política en Bolivia).

Concuerdo con Mario y sus fuentes respecto a la capacidad estratégica de movilización, convocatoria y sobre todo de recaudación que las funcionales herramientas Web 2.0, recuerden este término, cumplieron en campañas como la de Barack Obama. Ahora bien, queda claro que éstas, por si solas, no generan resultados, son nada más que medios para un fin.

Las herramientas Web 2.0 materializan la posibilidad de la construcción social campañas, pero dependen intrínsecamente del acceso de ese tejido social a los recursos tecnológicos propuestos. Ahí es donde los teléfonos móviles cubren las imperfecciones del acceso a internet en sociedades como la Boliviana. Lo que se debe tener en cuenta es la multidireccionalidad del recurso, es decir, no es como leer el periódico que es unidireccional, sino que posibilita la interacción y la difusión exponencial del material.

Así, por citar algunos ejemplos, veo que Manfred actualiza su 'herramienta' en facebook de una manera muy precaria o René Joaquino abre un sitio web pero ni siquiera se ocupa de actualizarlo. Por otro lado, Samuel le pone empeño en Soy Samuel, mucho gusto! y Evo y su equipo, que son unos capos en este temita, se adelantan con recursos como www.evo.bo. Todo esto suena muy atractivo y colorido, todos felices blogeando, 'haciendo amigos' en facebook o subiendo videítos a la web para que 'el ciudadano opte por la mejor opción' (disculpen la ironía).

Por el contrario, pienso que debemos entender estos recursos desde una perspectiva de manejo de información (information management). La Web 2.0 tiende puentes entre los objetivos de las campañas y la gente, pero el recurso más valioso es generar la información adecuada que se requiere para desarrollar un mensaje persuasivo.

Por ejemplo, mapping out o 'mapeo' electrónico de la intención de voto o la sobre-posición de capas electrónicas de información (information layers) para identificar necesidades, expectativas y demandas y con ello distribuir el mensaje más conveniente, al público adecuado, en el horario más conveniente, por el medio más conveniente, etc. Éstos pequeñitos ejemplos, son algunos de los resultados que la Web 2.0 permite desarrollar y que son verdaderamente funcionales en términos de campañas de persuasión.

Como en todo proceso de este tipo, cualquier simple y llano copy and paste está condenada muy posiblemente al fracaso. De lo que se trata es de analizar los procesos anteriores (¿para qué inventar la rueda?) pero proyectar las potencialidades y verdaderos usos funcionales de estas herramientas en el contexto y realidades socio-políticas del escenario. El éxito de una campaña depende, como comenté hace algunos meses, de otros factores.

9 de octubre de 2009

Zamba Para No Morir

El acto de conmemoración, como ceremonia y discurso, tiene la poderosa y funcional capacidad de dramatizar la ritualización de lo político. Esto, claro, a conveniencia calculada del que goza el privilegio de mirar el recordado acto como acontecimiento del pasado, aquello que lo llaman, hito histórico.

Voy a hablar de dos 'sucesos' distintos en tiempo y contexto pero cuyos desenlaces, relaciones y coincidencias me han dado vueltas por la cabeza durante los últimos días. La conmemoración de cuadragésimo segundo aniversario de la muerte del Che Guevara y el reciente fallecimiento de la Mecha Sosa. La relación que desencadena este post radica, con toda franqueza, en lo que creo fue meramente un error de producción. (?). Me explico.

Primero, la naturaleza misma del acto de muerte del Che Guevara (les pido tomen en cuenta cada una de las palabras anteriores) es el guión tallado en la piedra fundamental del 'discurso revolucionario' latinoamericano. El presente proyectado al futuro, el cuerpo como centro de expresión del mensaje, el drama y la sacralización como validaciones intersubjetivas entre seres que aspiran y sueñan, y finalmente, la muerte. Una verdadera aproximación uno de los actos (actos) de origen de la fe cristiana, o no? me siguen?

Casi cuarenta y dos años después, el fallecimiento de Gladis Osorio o Mercedes Sosa, por causa de una severa afección renal ha producido gran congojo en todo el ámbito latinoamericano. Antes de que, a petición suya, su cuerpo sea cremado y sus cenizas sean esparcidas en tres provincias argentinas, en acto 'público', (acto), la querida cantante popular es velada en el Congreso Argentino en una evidente ceremonia politizada.

Fusil y guitarra han sido dos símbolos de la lucha revolucionaria latinoamericana. Música, protesta y acción basada en el sacrificio y la consecuencia, han sido los elementos recurremente apelados por 'los verdaderos revolucionarios'. La muerte y su ritualización política posterior son actos que persiguen la re/producción del icono como mensaje al futuro, a las masas.

Sin embargo, todo esto es funcional, volviendo al párrafo inicial, para quien goza del privilegio de subirse al escenario y reescribir discursivamente la historia, ya sea en las polvorientas y siempre peregrinadas calles de La Higuera o en el imponente edificio de una cúpula formidable de la calle Rivadavia y Entre Ríos en Buenos Aires, y hacer uso de la muerte como acto político.

Así, aclaro el error anunciado. Al terminar de ver la película Che: Parte Dos me sorprendió las melódicas notas de la zamba Balderrama, interpretada por la Negra. A mi me parece que se equivocaron de tema porque debieron incluir, en todo caso, Zamba Para No Morir, compuesta por Hamlet Lima Quintana y también célebremente interpretada por la Negra Sosa.

Lo que une al rosarino y a la tucumana, al Che y a la Negra, fueron la poesía, el amor, y el sueño inmortal por un cambio con justicia social. Esta es la formidable retórica con la que 'sintetizamos' la complejidad de los seres trascendentes, sus genialidades, contradicciones, errores o aspiraciones. La ritualización política, muy al tanto de esa nuestra 'capacidad de síntesis', despliega el acto, el drama, la ambigüedad, la repetición y la casualidad (un factor político por excelencia) como elementos funcionales. Cuán al tanto los personajes así lo pre-establecen, es una cuestión más difícil de responder.