los números de la realeza británica

La parafernalia real a llegado a todas partes, incluso a este blog. Del 'matriqui' en cuestión no voy a emitir comentario alguno más que lo que se suele decir en todos los casos, que sean felices!

foto: PA Rivero

El Reino Unido ha estado en los ojos del mundo y muchos se han maravillado con las majestuosas pompas de los palacios, castillos, carrozas, etc. A pesar de lo que crean, sin embargo, hay muchos británicos que están en contra de la realeza, los republicanos, aunque estos actos muchas veces ponen en tela de juicio los argumentos antimonárquicos.

Me explico: la familia real le cuesta al estado £40 millones (algo así como 65 millones de dólares) al año, algo así como 65 centavos de libra por persona (como referencia, una botella de agua cuesta eso o es la mitad de un pasaje en bus en Londres), lo que comúnmente se diría, un maní. Ahora bien, usted, senor y senora republicanos dirían, aunque sea un centavo, por qué tengo que dar mi plata para que una familia viva literalmente como reyes!?

Bueno, pero si hablamos de plata, hay dos asuntitos que sí importan. El primero, las tierras de la realeza son tradicionalmente entregadas, de manera voluntaria, al parlamento británico para que su rendimiento compense  los impuestos de cada ciudadano británico a cambio de un simpático monto de dinero. Actualmente, el ingreso por este ítem es de £160 millones, es decir, cuatro veces más de lo que uno gasta en ellos. 

foto: PA Rivero

Pero hay más (mucho más!). Millones de turistas, especialmente Americanos deseosos de ver castillos de verdad, la historia y los íconos imperiales que innegablemente les produce maripositas en el estómago, visitan la isla para sacarse las lindas fotitos frente al Palacio de Buckingham,o tal vez en cada detalle que lleva el escudo real a lo largo y ancho de la ciudad (sin contar el castillo de Windsor en palacio de Enrique VIII y otros tantos lugares). De acuerdo a cifras estimadas el 2009, el turismo por este concepto genera £7 mil millones!

La monarquía aún ejerce un poder simbólico sustantivo en la sociedad británica, es un factor de identidad y unidad, es también un modelo para la sociedad y además un referente para la toma de decisiones de Estado. A muchos les encanta, a otros no tanto, pero lo que está claro es que  la realeza británica es sobre todo un gran negocio.