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3 de abril de 2015

Bolivia, ¿un Estado laico aparente?


La constitución del Estado boliviano garantiza la libertad de religión, creencias y cosmovisiones, asegura que su población respete la vida y las normas. La constitución vigente, asimismo, declara al Estado "independiente de la religión", es decir laico.

Las creencias están arraigadas a las tradiciones, éstas le dan sentido y le permiten reproducirse en la sociedad y la historia. Es decir, el credo se construye en el tiempo a partir de la experiencia de las tradiciones y ritos.

La fe cristiana -católica, evangélica, mormona, luterana, etc- seguramente representa a una enorme mayoría de la población. La semana santa, como la navidad o el carnaval, son fechas conmemorativas religiosas que se han incrustado en la tradición criolla, van más allá de la religión y se construyen en el tejido social de pueblos y culturas.

Este argumento seguramente justifica que navidad, carnaval y semana santa sean feriados, el Estado "respete" las fechas y permita que los fieles -y no fieles- lo "celebren". 

Lo que no debería suceder es que se suspendan libertades constitucionales y derechos por la celebración de estas fiestas religiosas. Así como el Estado garantiza la libertad de religión y creencia, al ser laico, debería garantizar también los derechos civiles y no restringirlos por causas religiosas.

Por tanto, ¿por qué se restringe la libertad de asociación durante la semana santa? ¿Por qué se "obliga" a constreñirse por postulados de una religión? ¿Por qué se prohíbe la venta/consumo de algunos productos legales?

El jueves por la tarde estuve en un supermercado paceño y me sorprendió la prohibición de venta de bebidas alcohólicas por una celebración religiosa en un Estado laico


 Si Estado laico es una apariencia, una mera nominalidad ¿Por qué entonces no prohíben la venta de carne?


Si un bar abre hoy o no, si una persona come carne o no, si una familia asiste a misa o asume la "culpa" por la muerte de Cristo, o no, no tendría que estar regulado o normado por un Estado laico. 

La constitución nos garantiza libertad pero los lobbies conservadores parecen ser más poderosos, mucho más poderosos, que la vocación revolucionaria y laica del, ahora así, gobierno.

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