El río de tinta sigue corriendo tratando de “explicar” el resultado electoral del pasado 18 de octubre en Bolivia, sin duda cargado de sorpresa incluso para los hoy ganadores.
En este ensayo, argumento que fue la estrategia electoral el principal factor de la victoria del MAS. Una victoria labrada con acciones tácticas sobre diversos segmentos, una expansión territorial bien trabajada, un efecto "tijera" sobre Mesa y una cadena de sucesos que fueron arrinconando a los oponentes en una polarización autodestructiva en Santa Cruz y le fueron dejando el campo libre al MAS.
Por su extensión, comparto una versión del ensayo que sigue más abajo en vídeo:
El rediseño de la campaña
Una de las cuestiones estratégicas de
arranque en cualquier campaña es la conformación de la oferta electoral, salvo
que en este caso tendríamos que ver un “rediseño[i]”,
pues las fuerzas en contienda llevan casi 2 años en campaña.
Paramos por el Movimiento al Socialismo (MAS), que tuvo una candidatura prolija, equilibrada y con potencia expansiva en Luis Arce y David Choquehuanca. Ofrece a su primer núcleo electoral perfiles bastante equilibrados. Campo / ciudad, identidad (de “izquierda” e indígena) / perfil profesional, humildad / condiciones para gestionar la crisis. Un binomio eminentemente de “tierras altas” que además, como se verá, consolida y expande su núcleo desde occidente.