Gracias al impulso siempre sutil y reflexivo de mi viejo fuimos a ver el nuevo filme de Marcos Loayza "El
estado de las cosas". A mi modesta forma de ver tiene un gran sentido estético que impacta desde el principio, desde el afiche.
Explora la búsqueda del Estado desde y hacia la s
ociedad, que ya no se sí la categoría zavaletiana de
abigarrada cuadra y explica las actuales coyunturas.
Ofrece un amplio mensaje desde dos frentes: la palabra, en boca de actuantes del proceso, como fuente básica del pensamiento y el discurso pero fundamentalmente desde las múltiples simbologías expresadas a través de las culturas y fundamentalmente de la música que solo las nacionalidades bolivianas y sus interacciones son capaces de reproducir y entender.
No sentí que intentara recetas. No sentí tampoco que negara la complejidad y el riesgo del momento. Extrañé a algunos en frente de esas cámaras pero imagino que cada quien opinará lo mismo. Sentí que se hizo política -no desde el Estado, la cooperación o el sistema-, lo cual no es malo de ninguna manera pero si expresa, necesariamente una posición, sino ideológica al menos histórica. Propone. Sugiere. Expresa. Hace política.
Ofrece coincidencias que seguramente buscan alientos y mecanismos mentales para acercarnos. Que así sea!
Desde mi simple opinión, una vez más, un filme
NECESARIO
.vean: http://www.estadodelascosas.com/