El entusiasta Mario Durán Chuquimia de Palabras Libres ha recibido amplia y muy merecida cobertura en los últimos días, luego de que los medios bolivianos y algunos destacados blogs abordaran el tema de la digitalización de las campañas políticas en el actual proceso electoral.
Mario, a quien no tengo el placer de conocer personalmente pero con quien intercambio comentarios y opiniones electrónicamente después del evento Bloguivianos 2008, ha desarrollado un par de argumentos muy interesantes sobre el alcance y las potencialidades de la Web 2.0 desde una comparación con 'punto de inflexión histórico' en esta materia: la estrategia digital de Obama para las elecciones presidenciales del año pasado (recomiendo visitar estos dos posts: Bolivia: Evo Morales y la web 2.0 y Web 2.0, internet y política en Bolivia).
Concuerdo con Mario y sus fuentes respecto a la capacidad estratégica de movilización, convocatoria y sobre todo de recaudación que las funcionales herramientas Web 2.0, recuerden este término, cumplieron en campañas como la de Barack Obama. Ahora bien, queda claro que éstas, por si solas, no generan resultados, son nada más que medios para un fin.
Las herramientas Web 2.0 materializan la posibilidad de la construcción social campañas, pero dependen intrínsecamente del acceso de ese tejido social a los recursos tecnológicos propuestos. Ahí es donde los teléfonos móviles cubren las imperfecciones del acceso a internet en sociedades como la Boliviana. Lo que se debe tener en cuenta es la multidireccionalidad del recurso, es decir, no es como leer el periódico que es unidireccional, sino que posibilita la interacción y la difusión exponencial del material.
Así, por citar algunos ejemplos, veo que Manfred actualiza su 'herramienta' en facebook de una manera muy precaria o René Joaquino abre un sitio web pero ni siquiera se ocupa de actualizarlo. Por otro lado, Samuel le pone empeño en Soy Samuel, mucho gusto! y Evo y su equipo, que son unos capos en este temita, se adelantan con recursos como www.evo.bo. Todo esto suena muy atractivo y colorido, todos felices blogeando, 'haciendo amigos' en facebook o subiendo videítos a la web para que 'el ciudadano opte por la mejor opción' (disculpen la ironía).
Así, por citar algunos ejemplos, veo que Manfred actualiza su 'herramienta' en facebook de una manera muy precaria o René Joaquino abre un sitio web pero ni siquiera se ocupa de actualizarlo. Por otro lado, Samuel le pone empeño en Soy Samuel, mucho gusto! y Evo y su equipo, que son unos capos en este temita, se adelantan con recursos como www.evo.bo. Todo esto suena muy atractivo y colorido, todos felices blogeando, 'haciendo amigos' en facebook o subiendo videítos a la web para que 'el ciudadano opte por la mejor opción' (disculpen la ironía).
Por el contrario, pienso que debemos entender estos recursos desde una perspectiva de manejo de información (information management). La Web 2.0 tiende puentes entre los objetivos de las campañas y la gente, pero el recurso más valioso es generar la información adecuada que se requiere para desarrollar un mensaje persuasivo.
Por ejemplo, mapping out o 'mapeo' electrónico de la intención de voto o la sobre-posición de capas electrónicas de información (information layers) para identificar necesidades, expectativas y demandas y con ello distribuir el mensaje más conveniente, al público adecuado, en el horario más conveniente, por el medio más conveniente, etc. Éstos pequeñitos ejemplos, son algunos de los resultados que la Web 2.0 permite desarrollar y que son verdaderamente funcionales en términos de campañas de persuasión.
Como en todo proceso de este tipo, cualquier simple y llano copy and paste está condenada muy posiblemente al fracaso. De lo que se trata es de analizar los procesos anteriores (¿para qué inventar la rueda?) pero proyectar las potencialidades y verdaderos usos funcionales de estas herramientas en el contexto y realidades socio-políticas del escenario. El éxito de una campaña depende, como comenté hace algunos meses, de otros factores.