Carlos Sánchez Berzaín es un personaje de la política boliviana que no pasaría desapercibido en ningún ámbito.
Hace pocos meses irrumpió más activo en internet a través de un sitio web y cuentas en redes sociales. De inmediato comencé a registrar sus seguidores mensuales (desde marzo) en las tablas de seguimiento a cuentas de medios y políticos de Bolivia en Twitter.
El siguiente gráfico detalla su crecimiento mensual neto y un comparado con otros políticos bolivianos por mes:
¿Podría un pólítico boliviano conseguir más de 30 mil seguidores en un mes? Veamos.
La anomalía me llevó a indagar la posibilidad de error de las API pero los datos eran "correctos". Siguiendo el análisis que el puntilloso medio británico Daily Mail hizo a políticos norteamericanos en Twitter usé las mismas herramientas (www.twitteraudit.com y Status People) para verificar la cuenta @Csanchezberzain. El resultado:
La anomalía me llevó a indagar la posibilidad de error de las API pero los datos eran "correctos". Siguiendo el análisis que el puntilloso medio británico Daily Mail hizo a políticos norteamericanos en Twitter usé las mismas herramientas (www.twitteraudit.com y Status People) para verificar la cuenta @Csanchezberzain. El resultado:
De los 33387 "seguidores" registrados, 31117 son falsos, es decir, el 93,2% de sus seguidores son cuentas falsas.
Es posible que una herramienta falle en su cálculo así que busqué la manera de ingresar a la cuenta paga de Status People (puede comprobarlo usted mismo) y el resultado fue muy similar: 89% de seguidores falsos y 2% de inactivos.
Momentos antes de publicar este post volví a verificar los datos y el ratio no ha cambiado. Ahora tiene supuestos 43 mil seguidores con un ratio real de apenas 7%.
No es la primera vez que en la política doméstica a figuras políticas se les ocurre -o les sugieren- usar el "inflador" para parecer más seguidos, con más "arrastre" o más creíbles. Comprar seguidores es fácil y barato, aunque no sirve realmente para nada.
Sumando seguidores reales y detractores, periodistas y opinadores a nivel nacional y regional una cuenta como la de Sánchez Berzaín podría tener vuelo propio y conseguir un interesante número de seguidores. No consigue más visibilidad ni atención nadie con cuentas infladas. Ya van 2, qué sirva de lección.