28 de octubre de 2014

Abigail, el rostro de la #desigualdad y las tareas pendientes en Bolivia


Los avances de Bolivia en reducción de desigualdad y pobreza son remarcados por organismos internacionales y foros globales.

Datos de la CEPAL para Bolivia (2012) muestran que la pobreza se redujo de 63% el 2004 a 36,6% al 2012 mientras que la pobreza extrema, en el mismo periodo, se redujo de 35% al 19,8%. 

Esto significa, en términos más tangibles pero aún generales, que en los últimos 8 años 2,6 millones de bolivianos pasaron de (sobre)vivir con de 2 dólares al día a 4 dólares al día. Es decir, de 420 Bs a 840 Bs al mes.

Por otro lado, siguiendo al GINI, el indicador global sobre la desigualdad, la misma CEPAL indica que Bolivia  (datos al 2013) redujo en 13.3% la desigualdad en la última década. Somos, sólo detrás de Perú, el país que más redujo desigualdad.

Antes de cualquier consideración quisiera compartir esta conversación que tuve con Agibail, madre de 6 niños, riberalteña casada con un indígena Tacana y ahora viviendo en la comunidad Trinidacito del municipio de San Lorenzo (Pando), una comunidad del multiétnico habitada por Tacanas, Ese Ejas y Caviñenos que no aparece en el Google.

Abigail no recibe salario, no recibió el bono Juana Azurduy por su recién nacida en brazos durante la entrevista. No tiene agua potable ni energía eléctrica. Sus hijos van a la escuela rural y hay una posta apenas a 100 metros de su casa lo cual ella considera un avance. Agibail me confirma que hay violencia contra las mujeres y que no hay igualdad, aunque sí justicia comunitaria. Así viven aún millones de bolivianas/os:


La subida sostenida del salario mínimo (engañoso porque el 60% de la población está en el sector informal), la transferencia condicionada de bonos (Juancito Pinto, Juana Azurduy) y la renta dignidad sumada a la renta solidaria, impactan directamente en los datos que presenté al principio.

Un avance significativo, insisto.

El problema es que son datos muy generales. La gente siente y vive el cambio, sin duda, aunque estos avances ni han llegado a todos ni están cambiando la vida de todas y todos de manera sostenible. Como a Abigail.

De hecho, las transferencias de recursos provenientes del gas y otras industrias extractivas son el ingreso que permite financiar este avance mientras la economía sigue muy débil y los medios de vida de los más pobres comprometidos.

Bolivia sigue siendo uno de los países con mayor mortalidad materno-infantil de la región. La calidad educativa y de salud son precarias mientras que la seguridad social de corto y largo plazo (seguro médico y laboral, y pensión o jubilación) son "lujos" del 20 por ciento de la población (ni hablemos que éstos sean de calidad o suficientes para una vida digna).


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