26 de junio de 2019

Los ganadores de la #CopaAmérica [de la corrupción]


Los periodistas Martín Caparrós y Diego Fonseca se hicieron una pregunta: ¿quién gana la Copa América de la corrupción? Resultó en este libro: 19 crónicas de Iberoamérica –sí, incluyendo a España- para transitar por un continente donde el principal deporte está en disputa entre el fútbol y la corrupción.


Y justamente me aguanté de escribir esta especie de anti-reseña hasta que la Copa América de fútbol esté en pleno ruedo. Porque el fútbol -si no lo sabremos los bolivianos en esta deplorable actuación en la Copa- está podrido por la corrupción. El fútbol nos encanta, nos reúne, nos ilusiona... pero está podrido por dentro, y lo sabemos.

Entonces, volviendo a la pregunta de Caparrós y Fonseca, y haciendo un real paralelismo con la Copa América, retomo el índice del libro y se hace súper difícil imaginar quienes serían "cabeza de serie", cómo se conformarían los bombos y los grupos, cuál sería "el grupo de la muerte".

Intenté un par de veces y la disputa es tan feroz que el ejercicio parece vano. Eso sí, debo decir, cual Catar en la Copa, en el libro España no pasa de la primera ronda. Muy bien escrita, engancha, conecta, pero, como dirían los comentaristas argentinos de Fox Sports, "no da la talla". Es corrupción de segunda división.

Así que resuelvo mi dilema saltándome etapas, con grupos imaginarios que se disputaron el pase de ronda por "diferencia de gol" y hasta "cantidad de tarjetas", por lo parejo que es la corrupción. Apuesto por mis cuatro semifinalistas: Honduras, Colombia, Cuba y México.

(Bolivia, a diferencia de la Copa América de fútbol, disputó palmo a palmo su clasificación, pero es una promesa, esperen que haya cambios en unos años y salga el "verdadero equipo" a competir).

Lo de Honduras y México es desgarrador, porque es la corrupción que mata, que asesina, que deja impune hasta quien se le pilla "con las manos en la masa". Lo de Cuba es la revelación del torneo. Nadie lo esperaba, viene de abajo, silencioso, la Grecia de la Eurocopa del 2004. Cuba, apelando a la crónica del libro, es la corrupción hecha sistema / modo de vida. 

Pero con las disculpas del resto, gana Colombia, la "tricolor". Campeón de América. Salcedo me convenció. Esa corrupción es "la más berraca", cotidiana, callejera e invasiva -como en buena parte del continente-, corrupción mortal e incrustada en el Estado como la hondureña o mexicana, pero además corrupción despiadada y enraizada en el imaginario político colectivo, capaz incluso de tirarse en el pie, de complotar contra la paz y la supervivencia.

Caparrós y Fonseca nos meten un poco en el juego. Nos desafían a votar, tras el escabroso recorrido panamericano (caribeño y hasta ibérico), por quién creemos que gana: http://perdimos.com/. ¿A quién le vas tú?

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