#Elecciones2019: Las encuestas, en sencillo

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Hay una máxima en campañas: ninguna campaña se parece a otra. Los candidatos cambian, los electores mutan expectativas, hay factores distintos que condicionan la elección, y un largo etcétera.

A 75 días de las elecciones generales en Bolivia, hemos pasado de la larga etapa constitutiva (21F, restitución del "derecho humano a elegirse", nueva Ley de Organizaciones políticas, el inservible proceso de primarias y la configuración del escenario electoral) al momento quizá más táctico, la etapa de afianzamiento del voto y perfilar el relato hacia los indecisos o ambivalentes. 

No se trata de ser conceptual o "teórico", sino de acompañar el proceso electoral para entenderlo, escrutarlo y alimentar el debate. En este post discuto de manera mucho más práctica y sencilla lo que nos arrojan las encuestas.

Elija la suya, aquí no me referiré a una encuesta en particular. Pues en general todas están señalando, de alguna u otra manera, la misma tendencia: 

El MAS es el partido ordenador de un sistema en recomposición y Evo Morales el candidato consolidado, el candidato gobierno, omnipresente y multiplicador. Con todo, 2 de cada 5 votantes está con Evo y su caudal ronda el 40%, que parece ser el "número mágico".

Mesa es el candidato más volátil, en alguna encuesta en marzo-abril estuvo primero, luego bajó y desde entonces se mueve entre el 33 y el 27 por ciento de la preferencia. Lo cierto es que 1 de cada 3 votantes está con Mesa y Comunidad Ciudadana.

Ortiz es el candidato más "correcto", es decir, el más disciplinado con su estrategia y su discurso. Polariza en el frente posible y busca forzar el quiebre de tendencia: Para la alianza Bolivia Dice No es "ahora o nunca". Lo cierto es que su caudal está en Santa Cruz y tendría muy pocas -por no decir nulas- opciones de expandir un apoyo nacional. 1 de cada 10 votantes está con Ortíz.

Las encuestas dejan "fuera de juego" al resto de las 6 candidaturas en la papeleta, salvo alguna representación territorial puntual en disputa (Patzi en el Altiplano y UCS en Santa Cruz) y que signifique algunos escaños, la reconfiguración de la Asamblea Plurinacional y las fuerzas políticas representativas serán las 3 mencionadas arriba.

¿Dónde están fallando las encuestas?

En los votantes del exterior, cuyo número exacto no conocemos porque el padrón electoral no es público), pero bien podría oscilar entre 3 y 5 por ciento del electorado. Recordemos además que hay sesgos importantes: no es un voto obligatorio, se concentra en consulados (difícil para muchos compatriotas desplazarse en países grandes como EE.UU. o los grandes de Europa) y el resultado general del exterior está desequilibrado por lo que pase en Brasil y Argentina, con amplia ventaja de MAS (3 de cada 4 votantes del exterior podría optar por la reelección de Morales).

El otro factor nebuloso es el de la población votante indecisa. Varias encuestas han mezclado personas indecisas con personas que no responden, o que evitan decir su preferencia (el voto oculto). El histórico nos marca que la tasa de participación (turnout en inglés) en elecciones nacionales en Bolivia es del 85%. Entonces corresponde hilar más fino, el segmento "indecisos" podría ser sustancialmente menor al que quieren mostrar partidos y encuestas.