Alguna vez escuché que la extrema pobreza en Latinamérica tiene rostro de mujer indígena. Esto no tiene nada de peyorativo, en todo caso representa una aproximación a las realidades de exclusión, pobreza y violencia, todas ellas tristemente cotidianas en Bolivia.
Sabina Cuellar, mujer quechua, campesina, hasta hace dos años analfabeta y discidente del MAS, partido oficialista de Evo Morales, ha sido electa Prefecta del departamento de Chuquisaca tras una convulsionada elección, en una (ya constante) tensa coyuntura política (clic en los links para ver la noticia en la prensa nacional e internacional).
Con la elección de Cuellar como un ícono interrogativo se relativiza aún más en el proceso simbólico que ha iniciado esta revolución a medias. Una revolución carente de un proyecto de Estado inclusivo, igualitario y ético, simplemente porque se asienta en una sociedad extremadamente compleja, abigarrada y autoritaria que no reporduce ni practica estos valores.
Sabina Cuellar, mujer quechua, campesina, hasta hace dos años analfabeta y discidente del MAS, partido oficialista de Evo Morales, ha sido electa Prefecta del departamento de Chuquisaca tras una convulsionada elección, en una (ya constante) tensa coyuntura política (clic en los links para ver la noticia en la prensa nacional e internacional).
Con la elección de Cuellar como un ícono interrogativo se relativiza aún más en el proceso simbólico que ha iniciado esta revolución a medias. Una revolución carente de un proyecto de Estado inclusivo, igualitario y ético, simplemente porque se asienta en una sociedad extremadamente compleja, abigarrada y autoritaria que no reporduce ni practica estos valores.
Exito y coraje a Doña Sabina que seguro no la tendrá fácil.
Imagen optenida en http://picasaweb.google.com/levluis/FotosViajeABoliviaEn2005/