La Paz es testigo, cada año, de un romance particular. La luna llena de junio, la previa al solsticio de invierno, sale justo detrás del nevado protector y vigilante eterno de la ciudad.
El encuentro romántico dura poco pero la intensidad del momento es inigualable. Quienes estamos por designios de la vida en esta ciudad única, nos convertimos en pequeñas lucesitas multicolores y podemos simplemente contemplar el encuentro e intercambio de mágicos colores y resplandecientes reflejos.
Esto fue lo que vi (o pueden ver el set completo):
Que buenisimas las fotos :)!!!, es un fenomeno que pocos le dan importancia :(
ResponderBorrarGran trabajo estimado lunático.
ResponderBorrar@tinchez
que hermosa es la ciudad de LA PAZ
ResponderBorrarviva LA PAZ