Comencé la lectura de este texto[1] tras un seminario de Teorías de la Comunicación y Medios en la universidad de Kingston (Inglaterra) en el año 2008, donde se discutió los orígenes y las relaciones de consecuencia entre los medios, el capitalismo tecnológico y las sociedades.
Pero resulta que este libro, escrito por Benedict Anderson en la década de los ochentas, se ha convertido en un texto casi obligado en estudios sobre nacionalismos y construcción de identidades. Así también, sigue siendo influyente en análisis multidisciplinario desde la economía política o la sociología política, por ejemplo.