10 de abril de 2021

Soy Jurado


El momento electoral es el acto de materializar un parte importante de la democracia, la representación política de la gente, al tiempo que es un rito ciudadano. En Bolivia tiene varias aristas peculiares, como la obligatoriedad -además del derecho- a votar, la no circulación libre de ese día y toda una secuencia durante la jornada electoral.

El pasado 7 de marzo me tocó por primera vez ser jurado electoral justo en medio de la pandemia (apenas fuimos 3 jurados para toda la mesa), en un contexto de alta polarización política y con una elección subnacional donde se elegían 5 niveles de representación con listas de entre 14 y 16 candidaturas. 

credencial de jurado electoral - Bolivia 2021

Ese día compartí algunos pasajes "en vivo" de la experiencia en un hilo de Twitter -que se puede a continuación y en este enlace-, pero como fuimos apenas alcanzamos el mínimo de jurados en la mesa requeridos, nos llevó algo más de 15 horas continuas de trabajo procedimental con apenas unos breves intervalos de descanso.

A casi un mes de la jornada, recojo reflexiones más digeridas en este post que sigue más abajo, diría incluso que una etnografía del electorado, el despliegue partidario (del MAS) y el voto. La experiencia me permitió observar el comportamiento social y político en mi mesa de manera mucho más cercana a la experiencia regular de ir a votar y volver al conteo de votos.

Un hecho recurrente en muchas mesas del país y verificable por los datos del cómputo oficial es que los votos por concejales y asambleístas recibe mucho más votos blancos y nulos que por alcalde y gobernador/a. Es más, la última franja, de asambleístas por población no tenía fotos y fue aún más pifiada que las filas otras filas.