Estaba en el 365 volviendo de Dorking donde una vez por semana comparto mis limitados conocimientos de esta nuestra lengia cuando un grupo de niños subió acompanados de dos conversadoras maestras. Entraron uno a uno tambaléandose quizás por el efecto de la valiosa carga en sus mochilas y las 'varias capas' de ropa producto del actual invernal otoño.
Como ustedes podrán imaginar, los cristalinos seres ocuparon los ultimos asientos -en Inglaterra las primeras filas están siempre ocupadas ya que el servicio de buses es gratuito para los jubilados- y reanudaron sus avivadas y un tanto estridentes conversaciones.
Mientras me resignaba a descartar las densas páginas de Foucault que traía conmigo la niña sentada al otro extremo del bus interrumpió mis pensamientos apuntando a lo que supongo es un pub campestre:
it is a lovely place where you
could have a nice cup'a tea and relax.
es un adorable lugar donde puedes tomar
una agradable tasa de té y relajarte
No se ustedes pero esa no es la clase de descripciones que uno espera de un ser de menos de un metro de alto y siete oscuros inviernos en su haber, a pesar que concuerdo con dicho comentario -explico mi posición: el té sirve 'combina' con todo en Inglaterra, pero la costumbre dicta que sus propiedades sociales son calmarse, relajarse o arrancar el día.
Me pregunté entonces con este aire de cuestionando todo, será que la ruralidad -entiéndase en Europa y en particular en el sur de Inglaterra de manera diferente al contexto latinoamericano: clases medias altas, tradicional y consecuentemente conservadora- sureña conserva hasta los comentarios mesurados en los niños? Será que la capacidad de reproducir costumbres imaginarias afecta hasta los gustos? Será, por el contrario, que en un década la reproducción de gustos 'arrancará de la simpática jovencita lo siguiente?:
Ye, it's a cool place for having a fag and chillin with m'a girls
O será que tengo que cambiar de bibliografía???