Hace algunas semanas, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó el Estado de la banda ancha en América Latina y el Caribe 2016 (libre descarga aquí).
De extensión más bien breve (no más de 40 páginas), el documento nos actualiza en la situación del acceso, asequibilidad y uso del Internet y la banda ancha en la la región.
"En el último quinquenio, se aceleró el avance de Internet en América Latina y el Caribe: 55% de sus habitantes usaron la red en 2015, 20 puntos porcentuales más que en 2010. La penetración de las conexiones en banda ancha también creció fuertemente, particularmente en la modalidad móvil, la que pasó de de 7% a 58% de la población."
Sin embargo, los desafíos son aún mayúsculos en términos de calidad y equidad en el acceso a la banda ancha e inclusive a Internet. Apenas el 5% de la región accede a una conexión de más de 15 Mbps (que sería un enorme lujo para Bolivia), así como enormes brechas urbano-periurbano-rurales y de concentración de penetración de Internet en el 20% más rico.
Resalto cinco aspectos de avance y tareas pendientes hacia la inclusión digital y democratización de la banda ancha en Bolivia.
1. Más acceso, calidad para unos pocos:
Si bien en Bolivia se estima que hay más de 6,6 millones de conexiones a Internet (dato de la ATT a diciembre 2015), la AGETIC concluye que el 40% de la población urbana y rural accede a internet.
Sin embargo, menos del 5% de los hogares del país tienen una conexión fija, siendo el grupo en la región con más rezago (junto con Cuba, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Paraguay).
Eso sí, en los últimos 5 años, Bolivia ha sido un de los países de la región que proporcionalmente más conexiones domiciliarias ha aumentado (tecnologías de banda ancha móvil).
2. Más conexiones para quienes más tienen (y en la ciudades):
Las conexiones se siguen concentrando en los hogares con más ingreso. En Bolivia, como en Colombia, Ecuador, El Salvador, Perú y Paraguay, el aumento se concentró en los quintiles 4 y 5, siendo este último el que casi duplica conexiones. Es decir, el 20% "más rico" del país es que el más conexiones recibe.
Ahora bien, hay que aclarar que en ese "20% más rico" entran quienes tienen mucho dinero, la denominada "clase media" e incluso las personas con ingresos cercanos al salario mínimo.
En cuanto a la brecha urbano-rural, muy poco se ha avanzado desde el 2010. Los datos del informe aquí analizado señalan, cito, "En el Estado Plurinacional de Bolivia, El Salvador y Perú, el cambio en la penetración en las zonas rurales fue casi nulo, mientras que en las zonas urbanas en todos los países la diferencia nunca fue menor a 5 p.p." (página 15).
1. Más acceso, calidad para unos pocos:
Si bien en Bolivia se estima que hay más de 6,6 millones de conexiones a Internet (dato de la ATT a diciembre 2015), la AGETIC concluye que el 40% de la población urbana y rural accede a internet.
Sin embargo, menos del 5% de los hogares del país tienen una conexión fija, siendo el grupo en la región con más rezago (junto con Cuba, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Paraguay).
Eso sí, en los últimos 5 años, Bolivia ha sido un de los países de la región que proporcionalmente más conexiones domiciliarias ha aumentado (tecnologías de banda ancha móvil).
2. Más conexiones para quienes más tienen (y en la ciudades):
Las conexiones se siguen concentrando en los hogares con más ingreso. En Bolivia, como en Colombia, Ecuador, El Salvador, Perú y Paraguay, el aumento se concentró en los quintiles 4 y 5, siendo este último el que casi duplica conexiones. Es decir, el 20% "más rico" del país es que el más conexiones recibe.
Ahora bien, hay que aclarar que en ese "20% más rico" entran quienes tienen mucho dinero, la denominada "clase media" e incluso las personas con ingresos cercanos al salario mínimo.
En cuanto a la brecha urbano-rural, muy poco se ha avanzado desde el 2010. Los datos del informe aquí analizado señalan, cito, "En el Estado Plurinacional de Bolivia, El Salvador y Perú, el cambio en la penetración en las zonas rurales fue casi nulo, mientras que en las zonas urbanas en todos los países la diferencia nunca fue menor a 5 p.p." (página 15).
3. Reducción significativa del costo de la banda ancha
Un considerable y apreciado avance es la reducción del costo de banda ancha (1024 Kbps o 1Mb) de más del 80% del PIB mensual percápita en 2010 a cerca al 9% en 2015. Asimismo, la costo promedio de bolsa de datos (planes de datos que se adquieren por día en móviles) se redujo a algo más del 2% del salario mínimo legal diario, tarifa proporcional que se ubica entre las más bajas de la región.
En el caso de los datos móviles, Bolivia está dentro del umbral recomendado por la ONU para la inclusión digital, mientras que la conexión de banda ancha aún está cerca al doble de lo recomendando (5%). En ambos casos, merece destacarse la fuerte reducción de costo final al consumidor en los últimos años.
4. Calidad: se ha avanzado en velocidad
Bolivia está aún lejos de garantizar calidad de Internet (medido a nivel internacional por velocidad) aunque sí se destaca el crecimiento anual sostenido de la velocidad promedio en los últimos dos años. En toda la Región, Bolivia (60%) lidera este crecimiento, seguido por Paraguay (51%) y México con 43%.
Las velocidades promedios para banda ancha fija y móvil están mejorando sustancialmente y nos permiten proyectar un mejor aprovechamiento de Internet de manera progresiva, sin embargo no hay que olvidar que estos son promedios y que oculta grandes falencias como la inestabilidad de las conexiones móviles, la aún deficiente cobertura y la relación de brecha entre las pocas conexiones de alta velocidad y las muchas de aún baja.
5. Brecha generacional: Internet para menores de 31
El documento da cuenta de un incremento relativo en el acceso a Internet en las personas mayores de 31 años en América Latina y el Caribe. "Los menores de 31 años tenían un menor peso relativo en 2014 que en 2010, debido a que el crecimiento del total de usuarios (22,8%) fue mayor que el aumento de los usuarios menores de 31 años (4,4% en menores de 15 años y 16,4% en las personas entre 15 y 30 años). (página 29)"
A pesar de este aumento relativo de los adultos por encima de los 31 años en la región, sigue siendo evidente que quienes más usan Internet son los menores de 31 años, sobre todo quienes están entre los 16 y 31 años. En Bolivia, los datos muestran un comportamiento similar al de la región.
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