En uno de los últimos post advertí que los viajes por estas tierras bretonas habían terminado. Me equivoqué. Aprovechando un día de trabajo para Sarah en Bristol decidí unirme al viaje y visitar por segunda vez esta maravillosa ciudad. Esta ciudad está ubicada en el suroeste de la isla, justo al frente del país de Gales, a orillas del río Avon que desemboca, muy cerca de esta urbe, en el Océano Atlántico. Durante el siglo XVII fue una la segunda ciudad en importancia del Reino Unido, sim embargo durante el desarrollo de la Revolución Industrial quedó relegada por los Manchester, Liverpool y Birmigham. En la actualidad es una pintoresca ciudad universitaria que conserva íconos de la arquitectura y la historia inglesa como el edificio central de la Universidad de Bristol o el Clifton Suspension Bridge, convinados con un acelerado y moderno estilo de vida, clásico de una ciudad con muchos jóvenes.
Muy cerca de Bristol, a tan solo diez o quince minutos en auto se encuentra la maravillosa e histórica ciudad de Bath (click para ver el post). Y tan solo a unos kilómetros hacia el oeste el inolvidable país de Gales.
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