- Maestrito, no estoy apurado, vaya nomás más despacio.
- Si no estoy corriendo joven!
- Cómo que no! el letrero decía 35Km/h velocidad máxima y su velocímetro estaba como en 80.
- Ahhh! y para qué pues sirve ese letrero? Nadie hace caso al letrero!
Esta fue la interesante respuesta que calló mi reclamo por tener un seguro y tranquilo retorno a casa.
En un país como Bolivia donde la norma sirve mientras me convenga y no representa siquiera una inquietud en el imaginario colectivo, está muy difícil construir verdaderos caminos útiles y duraderos hacia sociedades equilibradas.
A ver que me dicen ustedes.
- Si no estoy corriendo joven!
- Cómo que no! el letrero decía 35Km/h velocidad máxima y su velocímetro estaba como en 80.
- Ahhh! y para qué pues sirve ese letrero? Nadie hace caso al letrero!
Esta fue la interesante respuesta que calló mi reclamo por tener un seguro y tranquilo retorno a casa.
En un país como Bolivia donde la norma sirve mientras me convenga y no representa siquiera una inquietud en el imaginario colectivo, está muy difícil construir verdaderos caminos útiles y duraderos hacia sociedades equilibradas.
A ver que me dicen ustedes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por comentar | Thanks for your comment