21 de julio de 2009

la vida... el viaje

En el proceso de aprender inglés -aún inconcluso- cuando estudiaba para el IELTS, me topé con una magnífica palabra: journey. Se puede traducir como viaje, lo cual lo convertiría en un sinónimo de trip.
Sin embargo la diferencia es sustancial, viaje desde el 'espíritu' de journey es más amplio y yo lo traduciría más como recorrer. Involucra partir, reconocer, observar, avanzar, mirarse, dialogar, cambiar y ciertamente terminar, en algún momento, con él.

No es absolutista ya que no necesariamente implica partir y no retornar. O sí, depende.




La otra noche veía las noticias en CNN mientras cenaba y me quedé colgado a la publicidad que pueden ver (o ya vieron) arriba. Me abstraigo de la orientación publicitaria/consumidora con la que fue producido y me interno en el espíritu con el que fue concebido. Me identifico con la correlación de expresiones y el horizonte que nosotros mismos construimos para nuestras vidas.

El texto sigue así:

- ¿Qué es un viaje (journey)?
- Un viaje (journey) no es un viaje (trip)
- No es una vacación
- Es un proceso, un descubrimiento
- Es un proceso de autodescubrimiento
- Un viaje (journey) nos lleva frente a frente con nosotros mismos
- Un viaje (journey) no solo nos muestra el mundo... sino como formamos parte de él
- ¿Es la persona quien crea el viaje (journey)... o es el viaje (journey) quien crea a la persona?
- El viaje (journey) es la vida misma
- ¿Adónde te llevará la vida?

Yo me sigo preguntando entonces, ¿será que sólo quienes pueden pagarlo tienen el 'derecho' a emprender el viaje? ¿Se necesita uno alejarse físicamente del sitio donde está para partir en ese viaje (journey)? ¿Autodescubrirse o escaparse? ¿Y que hay del resto, acaso no construimos la vida también en nuestra comunidad cultural, en nuestro espacio colectivo, en nuestra familia, en el amor hacia alguien y no solo en la individualidad?

Muy probablemente mis preguntas no son de interés para la marca publicitada. Yo, por el contrario, cada vez trato de andar más ligero y con un paso más flexible; a veces apresurado, a veces no, pero con la constante y creciente sensación de ir acumulando para construir.

Con todo, el impacto audiovisual es ciertamente motivante. El texto, invita a seguir preguntándose. ¿Por qué no? Si les gustó el vídeo, pueden ver a continuación la versión larga de este comercial dirigido por el francés Bruno Aveillan, así como ver y leer más sobre su trabajo en journeys11 (inglés).


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