Las manifestaciones artísticas pueden ser complejos, ambiguos pero también peligrosos vehículos de expresión política que, como en el caso de Ion Barladeanu, emergen desde la extrema miseria, la exclusión y un régimen autoritario.
Se sabe relativamente poco sobre la vida de este artista rumano de 63 años que desde el fin de semana pasado expone sus obras en París pero que hace apenas tres años no sólo era era completamente desconocido sino que vivía en los basureros de un complejo de edificios de Bucarest.
Ion Barladeanu utiliza principalmente el collage para representar una visión original, compleja y agresiva de la historia política de Rumanía. Un artículo de The Guardian sugiere que Barladeanu se considera el 'director de sus propias películas' a través de la sobreposición de imágenes recortadas de revistas y diarios en desuso. La elocuencia y complejidad simbólica de su trabajo está fascinando alrededor del mundo e incluso ha cautivado la atención de Angelina Julie, una fan suya y con quien ha cenado en París, de acuerdo al diario inglés.
Barladeanu creó silenciosa y secretamente algunas de sus obras durante el régimen comunista de Nicolae Ceausescu cuya conocida policía secreta, la Securitate, ejerció violenta restricción a la libertad de expresión. Mi lectura es que esta construcción plástica de un discurso anti-régimen cuestiona las estructuras de poder de manera libre y atemporal. Reinventa un estilo simple otorgando una visión crítica de la historia que aún es relevante en el mapa político de Europa del Este.
El mundo noticioso global no ha cobrado mayor interés en éste artista, una búsqueda de noticias online en Google me arrojó sólamente 25 resultados en todos los idiomas disponibles (pueden verlo aquí). Sin embargo, la blogósfera parece bastante más interesada, algo así como 6,500 resultados. Pueden ver la galería de fotos publicada por The Guardian haciendo clic aquí. Incluyo también otras de sus obras.
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