Sangre Afrikaner (cuyo título original es "Afrikaner Blood") es un film duro, irrita en algún momento pero recupera preguntas que a veces pretendemos olvidar, en especial sobre el racismo y la cuestión del tejido social en Sudáfrica.
Es una brillante producción. La continuidad y el empleo de los recursos multimedia, la calidad de la fotografía y el guión son muy bien logrados y le han llevado a obtener el premio Multimedia World Press Photo 2012.
La mayor crítica quizá se afinca en que reproduce el estereotipo del racismo de extrema derecha, de blancos hacia negros, de violencia latente. Sin embargo este corto documental no cae en el simplismo, pienso que logra un argumento en esa "transmisión" del extremismo negador de lo que Mandela propuso como la nación del arco iris.
Ve Sangre Afrikaner a continuación. El debate siempre queda abierto.