8 de septiembre de 2014

¿Faltan los otros?


Foto: Armando Mariaca, tomada de Facebook
Si en algo podemos convenir es que la campaña electoral adolece de capacidad de sorpresa. La centralidad electoral del partido de gobierno, el relato inconcluso de la oposición y las reglas tan “restringidas” de disputa -como la desproporcionalidad de la propaganda o la ausencia de debates entre candidatos presidenciales sobre agendas nacionales- dejan poca chance a una campaña dinámica.

No reclamo un retorno al pasado, para nada. Las campañas electorales ya no son una confrontación de propuestas políticas (de hecho, ¿quién conoce o discute el texto de las propuestas?) sino que sobre todo, son una confrontación de relatos que representan a esos ignorados textos de propuestas electorales. Las campañas son ahora muy audio-visuales, caricaturescas y en “tiempo real”.

Al margen de la judicialización de la campaña del MSM, a poco más de 30 días para las elecciones generales se vive un sólo espacio de disputa esencialmente atizado desde las redes sociales en internet bajo el signo #MachistasFueraDeLasListas.

La violencia contra la mujer, una fractura estructural en nuestra sociedad, y la coyuntura del escándalo de los vídeos filtrados y las declaraciones de candidatos que ya todos conocemos (que corrió como pólvora por la web, dicho sea de paso) fueron los detonantes de la movilización virtual que se materializó también en las calles y que canaliza una serie de demandas desde la sociedad civil respecto a un problema de todos.

Hay movimientos u operadores políticos que se atribuyen la “caída” de Navarro. Las redes sociales en internet fueron el vehículo conductor y buena parte de la presión sobre esa declinación que luego tuvo fuerte resonancia en los medios tradicionales.

¿Faltan los otros?

La centralidad electoral del partido de gobierno, como dije al principio, le otorga “espacio de maniobra” para optar por mantener sus listas intactas, a pesar de cuestionamientos. Quizá esto afecte el voto de un sector sensibilizado con la causa, pero las encuestas le dan margen.

La lección parece ser que el voto no alcanza ni siquiera en tiempos electorales. Es la fuerza de la calle, la agencia de los medios y, ahora además, la posibilidad de propagar como un reguero de pólvora en las redes sociales en internet.

Este texto es parte de las columnas de opinión del suplemento Decisión 2014 de Página Siete, publicado el domingo 07 de septiembre de 2014 

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