He dedicado ayer un post al nuevo vídeo Bolivia te espera que circuló por la web. Horas después recibí mensajes de los productores solicitando dar de baja al vídeo en cuestión debido a se había filtrado y no era un producto acabado.
Imagen: Adesigna bajo licencia CC |
Atendí el requerimiento de inmediato y quedó la promesa de que el vídeo será puesto a disposición abierta cuando esté listo.
Al margen de cómo o por qué se filtró el vídeo (el cual accedí vía Facebook y YouTube), se me ocurrió que el desafortunado evento podría ser una buena alternativa para construir la marca país de manera colectiva.
Es decir, invitar a expertos en turismo, diseñadores de políticas públicas en tema de servicios, publicistas, estudiantes, productores audiovisuales, comunicólogos/as y otros interesados para aportar con sugerencias, esbozar ideas que reafirmen el concepto deseado pero de manera colaborativa y colectiva, y así lograr ajustes a la propuesta ya trabajada.
Alguien dirá, romántica e ingenua idea ¿No será que ya es hora de poner en práctica real el ejercicio de construcción colectiva más allá de la retórica? El concepto de crowdsourcing [en] se ajusta plenamente y está dando enormes resultados en diversos campos científicos, empresariales, culturales y burocráticos. Véase el ejemplo de Islandia y su constitución.
Se trata de un producto de beneficio colectivo para el país, una identificación de la que todos debemos sentirnos parte, ¿por qué no participar entonces?
La propuesta ya fue enviada a los productores. Me ofrezco a colaborar, ¿alguien más?