La hora del planeta busca generar conciencia y responsabilidad sobre el cambio climático pero no es una acción efectiva si se quiere generar un impacto de desaceleración del fenómeno. Se debe optar por un cambio de la manera de vivir. Aquí va ejemplo.
¿Apagar o no apagar el foquito? Ese no es el problema.
Quien hoy se sume a la hora del planeta tiene que saber, en serio, que no hace ningún impacto, no cambia nada. Desde el año pasado comento que estas acciones en concreto no ayuda en nada al problema del cambio climático.
La campaña busca generar una acción colectiva global que genere conciencia sobre el problema y la responsabilidad que todos tenemos frente al cambio climático. Bien, pero el punto de discusión, si se ha llegado a ese mínimo de conciencia esperado, es qué hacer.
La respuesta es simple y muy complicada al mismo tiempo: cambian nuestra manera de vivir.
La respuesta es simple y muy complicada al mismo tiempo: cambian nuestra manera de vivir.